El pasado 01 de junio, el puerto de Shanghai, el mayor puerto del mundo, inicio el proceso de reactivación en sus actividades, las cuales se vieron reducidas al mínimo como consecuencia de un rebrote de COVID-19 en China. Cabe recalcar que el puerto se encuentra colapsado desde el decreto de confinamiento obligatorio del pasado mes de abril, como parte de la política Cero Covid de Xi Jinping.
Debido a los bloqueos y la falta de personal, los envíos desde Shanghái cayeron un 25% el mes pasado, mientras que, para el caso de las importaciones, alrededor de 260,000 TEUS todavía esperan ser descargados en puerto. Si bien la congestión se ha aliviado ligeramente, los itinerarios aún marcan muchos retrasos, por lo que los fletes continúan en aumento como medida de regulación para la llegada de nuevos embarques.
Hacia el interior del pais, la capacidad de transporte por carretera se ha recuperado. Sin embargo, en algunas áreas cercanas a Shanghái, como Taicang, Zhangjiagang y Changshu, las operaciones continúan bloqueadas, causando problemas para los envíos consolidados. Además, esta situación también afecta a algunos patios de contenedores, los cuales todavía se ven afectados por las dificultades para recoger o dejar los equipos en el puerto.
Por el momento, es pronto para predecir cuánto tardará el puerto en volver a su operatividad normal y cuáles serán los efectos, en primera instancia, para las cadenas de suministro. Habrá que esperar el impacto en los puertos de los Ángeles y de Long Beach, los cuales se proyectan para cuando la oleada de contenedores y buques sea liberada de Asia.
“La vuelta a la normalidad de la ciudad de Shanghái dará un respiro a los importadores de materias primas y bienes manufacturados, pero la logística no será fácil. […] Preocupa también el mercado de Estados Unidos, porque, si durante el cierre de Shanghái los puertos estadounidenses han estado funcionando bien al no recibir mercancía de China, previsiblemente, al arrancar Shanghái, la congestión volverá a puertos como Los Ángeles o Long Beach”. comenta Nuria Lacaci, secretaria general de la Asociación de Cargadores de España (ACE).
Se espera que la situación mejore, aunque las proyecciones no son favorables debido a que las líneas navieras han vuelto a implementar programas de blank sailings, y por las tensiones crecientes a causa de las negociaciones laborales de los trabajadores portuarios del Sindicato Internacional de Estibadores y Almacenes (ILWU).
